Buenas expectativas con muchos retos por superar

El sector náutico tiene muy buenas expectativas para esta temporada, si bien se enfrenta a diversos retos como la «alta demanda por parte del consumidor y poca oferta por culpa de la falta de amarres, embarcaciones y personal». Así lo manifiesta el presidente de la Asociación Náutica de la Pimeef, Ramón Van der Hooft, quien afirma que, a pesar de las circunstancias, «hay positivismo» entre los empresarios, que quieren «que el consumidor pueda seguir disfrutando de las aguas pitiusas».

Uno de los principales inconvenientes que padece el sector náutico es «la subida de tarifas a nivel de amarres y proveedores». «Esto nos obliga a subir precios y no estamos convencidos de que la situación económica actual lo permita», manifiesta Van der Hooft, quien asegura que hay preocupación por la situación económica y la inflación.

Pérdida de competitividad

Las empresas locales que cuentan con base en Ibiza y Formentera tienen también otros grandes competidores: los que vienen a hacer la temporada de otros lugares de la península «sin tener siquiera la obligación de tener un amarre en un puerto deportivo balear», detalla el representante del sector náutico.

Es una constante la llegada de catamaranes, motoras y veleros que vienen a la isla para hacer chárter durante tres meses teniendo su base en la península. Al no estar amarrados, recogen a sus clientes desde las playas, donde tiran la basura, vacían sus entinas y aguas negras… La situación es un desastre», expresa, por su parte, el abogado especializado en náutica Alejandro Bonet, de Almar Lawyers.

Ramón Van der Hooft explica que las empresas con sede en las Pitiusas pagan precios más altos en todas las áreas (nóminas, reparaciones, amarres, locales, naves comerciales...) y, además, generan puestos de trabajo en las islas. Sin embargo, el resto «pueden rellenar y presentar una declaración responsable al Govern balear, pagando una pequeña tasa, y ya pueden operar con los mismos derechos que nosotros», denuncia. Una situación que deriva en que, a nivel de precios, estas empresas externas sean mucho más competitivas, «pero a nivel de calidad de servicio no pueden dar las mismas garantías», remarca el profesional.

Van der Hooft afirma que estas empresas que vienen de fuera son también «la causa de que se saturen las calas de las Pitiusas» ya que, en su opinión, «en Ibiza y Formentera hay sitio de sobra en las calas para acoger a los barcos que tienen base en los puertos deportivos».

Desde la Asociación Náutica también afirman que las empresas locales están sujetas a otras tasas que solo se aplican dentro de la zona portuaria de los Puertos del Estado, como la tasa de ocupación (por tener un local) y la tasa de mantenimiento (por reparar y mantener embarcaciones). «Son medidas que hacen que perdamos competitividad con respecto a otros destinos como Grecia y Croacia», opina Van der Hooft.

Por otro lado, el presidente de la Asociación Náutica de la Pimeef confía en que la posibilidad de poder alquilar barcos de lista séptima durante tres meses al año a partir de 2024 no se aplique en Baleares, tal como les trasladaron los representantes de la Marina Mercante y el Govern balear en una reunión que mantuvieron en Menorca recientemente.

Otras de las preocupaciones del sector náutico en Ibiza y Formentera son «la idea de crear un impuesto de lujo para actividades no esenciales, el balizado de las zonas de baño que deja sin posibilidades de fondear en suelos arenosos y la implementación de campos de boyas».

Falta de trabajadores

El sector náutico no escapa a la situación de escasez de trabajadores que se vive en Ibiza y Formentera. «Tenemos los mismos retos que los demás sectores. Especialmente para encontrar personal de mantenimiento y limpieza sufrimos mucho», comenta el presidente de la Asociación Náutica, quien afirma que muchas empresas han empezado a adquirir pisos para poder dar una alternativa al trabajador.

«Necesitamos gente de fuera para poder completar las plantillas y por ahora nos cuesta mucho convencerles para hacer una temporada en Ibiza», apunta Ramón Van der Hooft, quien indica que en la península también hay escasez de trabajadores, un extremo que «se nota a la hora de encontrar y contratar personal». «Las empresas se van a tener que responsabilizar por el precio desorbitado que pagan los trabajadores que vienen a Ibiza para hacer la temporada».

FUENTE: Diario de Ibiza